viernes, 23 de abril de 2010

CAMBIOS....


Los cambios, las transiciones, los tránsitos… ¿todo implica una transformación? ¿Puede frenarse una transformación, un camino hacia alguien nuevo o al menos hacia alguien distinto? ¿Es siempre una transición un proceso de mejora, de emerger, de crecer? ¿Podemos pararnos en medio del camino ?

Ayer me surgieron muchas dudas cuando escuchaba al grupo de transiciones que se creó hace ya dos años. Muchas dudas que, inevitablemente conectaba conmigo misma, que las interiorizaba, de las que me apropiaba. Y es que no sé si podría decir que me encuentro en uno de esos momentos que describían ayer, que me encuentro en un momento de transición, el problema es que no llego a comprender o al menos me cuesta, saber desde dónde partía y hacia dónde me dirijo.

Quizá, reflexionando acerca de mi propia trayectoria, de estos últimos meses, podría decir que quizá he pasado de ser estudiante a… a algo que aún no sé muy bien describir. Y lo conecto inevitablemente con esa pregunta que me hacía al principio. ¿Puedo pararme en mitad de una transición? ¿Puedo quedarme sentada en medio del camino? Es totalmente la sensación que me inunda, y no es nueva, hace ya tiempo que me ronda, pero pensaba que poco a poco encontraría mi lugar.

Es relativamente fácil echar la vista atrás e intentar comprender de qué rol me estoy desprendiendo, de qué sentimientos, emociones, sensación de pertenen cia, etc. me estoy intentando desligar. Como comentaba Silvia una vez en uno de mis post, llevamos 20 años institucionalizados en la enseñanza, es nuestro modo de vida, es nuestra manera de hacer girar el mundo, es nuestra responsabilidad… ¡era lo que daba sentido a lo que yo era! Soy Mary, estudiante de psicopedagogía. Es cierto, soy mucho más que eso, pero si hace un par de años, o el año pasado incluso, me hubieran pedido que resumiera en una sola palabra mi identidad, quién soy, quizá hubiera respondido: estudiante de psicopedagogía. Aprendiz.

¡Pero eso ya pasó! ¡Y me siento como si no hubiera sido decisión mía! ¡Me han echado de este escenario! ¿o me he ido alejando yo? Y si fuera ésto último, ¿por qué?
Creo que me he obligado a mi misma a adquirir un rol diferente, a ser una nueva Mary en un contexto que no es quizá el que yo me imaginaba. Quizá el año pasado hubiera pensado, ¡estupendo! Explórate en este nuevo contexto, observa cómo eres la misma Mary aprendiendo de otra manera, poniendo en práctica. ¡No tengas miedo! ¡Prueba! ¡equivócate, pero aprende!

Pero la duda que me surge es… ¿sigo siendo la misma Mary? Aure dijo ayer que se cambian las circunstancias donde tu identidad se desarrolla, pero ¿qué pasa con mi identidad? ¿dónde me la he dejado? Me encuentro perdida porque sé cómo he llegado hasta aquí, pero ahora no sé si sigo siendo yo encontrándome en un nuevo ambiente, si necesito cerrar un contexto para poder incluirme o sentirme parte e integrada de otro o incluso si sería capaz de ampliar mi propia visión acerca de mi identidad. No sé si tendrá que ver con esto que voy a decir porque sobre este tema no sé mucho, pero ¿es posible que pueda transformarme a un todo más amplio? Si ese todo soy yo, si ese todo es mi identidad, ¿puedo transformarla a un todo más amplio, más rico, más grande? Y si puedo… ¡por qué ahora no soy capaz!!!

Como dije antes, tengo la sensación de haberme quedado sentada en mitad del camino. Trato de explorar, de buscar qué ocurre, pero me invade la mala excusa de “esto no es lo que yo he elegido”. He dejado que la situación decida por mi, pero ¿es realmente lo que quería? ¿queria pasar así por este camino? ¿Realmente no he decidido yo? Creo que el tema de las dec isiones es algo que mueve muchos de los hilos de mi vida, y no sentirme responsable o al menos autora de mis decisiones me lleva a pensar que ya voy sin rumbo fijo, en una corriente que me arrastra y en la que no he sido yo precisamente la que ha decidido embarcarse.

Sé que hay muchos temas por exlplorar por aquí, o al menos, muchos sobre los que a mí me interesa hablar. Sé que esta reflexión no está muy elaborada, reflexionada,es más bien como un torbellino de ideas que no quería dejar escapar, y sobretodo que, como dije en el anterior post, no quería quedarme sentada en frente de la pantalla y decirme a mi misma: mañana.

Seguiré explorando, preguntándome…pero sobretodo, voy a hacer caso de ese consejo, de esos recursos personales, sociales y tecnológicos con los que cuento para encontrar mi sitio… y para volver a ser la misma, que eso de cambiar y no saber en qué sentido…¡a mi no me gusta! Para qué nos vamos a engañar.

2 comentarios:

x dijo...

Hola Mary:

Buenas percepciones y buena exploración.

Preguntas que hallarán respuesta tarde o temprano..YA ESTÁ EL EFECTO LATENTE AHÍ...POR LO TANTO EL EFECTO MANIFIESTO SE DARÁ.

No sé, nos enseñan a movernos por inercias sociales, como rebaño..

Quizás podriamos mejor aprender a conocernos, a saber que nos hace feliz.A oír a nuestra consciencia..¡TANTAS COSAS ÚTILES Y NECESARIAS¡...

Lo mejor de todo, No dejar de escribir. Es una técnica milenaria que permite autodescubrirnos..así hallaremos muchas respuestas. y lo fantástico que servirán a muchos otros.

Opino que es posible pararse en un cambio, y lo que es peor paralizarse en él , y no ser consciente de ello..estar pululando toda la vida .

Me encantó la imagen y lo expresado.

GRACIAS POR INDAGAR Y PROFUNDIZAR..POR COMPARTIR..

1 BESO.

Benja dijo...

Vaya Mary!!

Realmente creo que a veces no está en nuestra mano el cambio que un día llega, como bien dices "yo no lo he decidido" "yo no lo he elegido". Pues no, pero es importante ser consciente que estamos transitando y como dice Carmenchu, parar, pero no paralizarse.

Las transiciones nunca nos dejan indiferentes o mejor dicho nunca son positivas cuando las están pasando, porque nos descolocan y poco a poco nos recolocan. Pero la vida está llena de descoloques y recoloques.

Tu transición me recuerda a cuando empecé con mi TIT y tenía que asumir otro rol diferente, mirar no como alumno, sino como observador de lo que pasaba, estar pensando, analizando, y es realmente agotador, sobretodo cuando no te terminas de acostumbrar y anelas lo anterior y piensas en aquello de "Virgencita Virgencita que me quede como estoy".

Pero Mary, creo que después de este año, que llegue una época más tranquila posiblemente entiendas muchas cosas, te reeencuentres y asumas un rol que es tuyo y que poco a poco vas construyendo, pero no para ser otra, sino para adaptarlo a tí, para que puedas seguir siendo la misma.

Leyendote me he dado cuenta que yo también estoy viviendo transiciones en muchos aspectos de mi vida, como dejar de ser el hermano o el hijo, para ser el tío, o incluso adaptandome a la nueva situación profesional de otros y que en cierto modo me afectan a mí...

Ah pero no me estoy comparando contigo, ojala y pudiera... ¿me dejarías??

Miles de besos.

Benja