miércoles, 1 de febrero de 2012

QUIERO APRENDER CONTIGO


Desde mi nuevo rinconcito como PT he estado descubriendo últimamente muchas cosas. Cuando parecía que poco a poco me iba encontrando en este mundillo de la educación, de ser profe, de ser tutora, de tener una relación estrecha con las familias y de guiar a mis niños (y digo mis niños porque sólo encuentro esa forma de englobar todo lo que son para mi), me veo en un escenario totalmente diferente, fuera de “contexto”… un escenario que fácilmente podría asemejarse al anterior… es un cole… es tu clase… tienes alumnos… cada uno con sus necesidades… Pero si una cosa creo que he aprendido es que el contexto no nace… se construye, se hace… y yo había favorecido que emergiera un contexto de incertidumbre, de inexperiencia, de no ¿competencia?

Ayer fue el día que dije… ¿por qué no un cambio de contexto? ¿Por qué no desde este rinconcito de PT me vuelvo a aquel de estudiante en el que leía para averiguar, para saber, para descartar, para reflexionar?

He encontrado el apoyo de muchos compañeros, pero especialmente de aquellos que me han ayudado a ir orientando mi trabajo, mi día a día, aquellos que me han dado la posibilidad de pararme a pensar y buscar caminos que me ayuden a favorecer la creación de este contexto del que hablaba anteriormente. No consiste en sentarme a ver cómo es el nuevo puesto en el que me encuentro, sino en construirlo… y en construirme a mí dentro de él. Y a partir de este cambio de contexto, me gustaría compartir algunas reflexiones.

Sobre Sebas…

Cuando me puse a trabajar con Sebas pensé: ¿qué necesita de mí? ¿Qué necesidades tiene? ¿Qué no es capaz de hacer por sí mismo y necesita de un tironcillo de mano para avanzar?

Sebas necesitaba comprender las emociones, los chistes, las normas básicas de cortesía, las frases hechas, los dobles sentidos. Sebas tenía que aprender a comprender lo que leía porque le sería útil en su vida, a sumar con llevadas, y a restar… bueno…eso lo dejaríamos para el tercer trimestre. Sebas necesitaba ayuda para relacionarse con otros niños y niñas, expresar sus sentimientos y descifrar los de los demás…

Lo que se me pasaba por alto es lo que Sebas necesitaba en realidad… que yo me pusiera a ver el mundo a través de sus ojos.

En ocasiones pensaba que sabía lo que era mejor para un niño, lo que iba a necesitar dentro de unos años o en su día a día. Puede que sea cierto que tengamos ciertas prioridades de aprendizaje, de enseñanza, pero olvidé que conocer al otro, partir desde una actitud de cero conocimiento, de supuestos y de prejuicios, me ayudaría a recabar información que estaba pasando por alto.

Sebas no necesitaba que le descifrase el mundo, Sebas necesitaba que yo lo viera como él, que comprendiera lo que él comprende y a partir de ahí, le ayudase a trazar caminos que se lo hicieran más accesible.

¿Un niño con TGD no siente, no sabe expresar sus sentimientos, no comprende lo que le dicen, prefiere aislarse, jugar sólo, pasar por el mundo a su manera? No creo que esto sea así. Sebas quiere expresarse, quiere contarme lo que ha hecho el fin de semana, quiere entender porqué la gente llora cuando está triste y también cuando dicen estar emocionados o contentos. Sebas quiere adivinar lo que podría pasar si lo habitual, lo rutinario se torciera. Sebas quiere saber que existen alternativas, que hay más de lo que ve, que las personas construyen el mundo, lo cambian, lo alteran… aunque él no sea testigo directo de ello.

Sebas me mira como si yo estuviera en su mente… en la mente… en la única que conoce… ¿Será que Sebas no puede imaginar lo que pienso, lo que siento? ¿Será que otorga a los demás exactamente sus pensamientos, experiencias, vivencias? La verdad… es que no lo sé, pero me ayuda a intentar comprender desde dónde está hablándome, me ayuda a comprender algunas de sus respuestas y a orientar mis preguntas, mi trabajo con él.

No quería hacer un blog sobre TGD. No quería describir las características de este trastorno o de otro, entre otras cosas porque aún no las llego a ver en todo su conjunto, pero quería plantearme algunas cuestiones que me ayudasen a orientar mi trabajo, a no etiquetar a Sebas como un TGD sino como ese niño que necesita… que ve el mundo de esta u otra forma… Quiero aprender con Sebas…