martes, 6 de mayo de 2008

NO EXISTE GENTE “BUENA”


No existe y no intentes convencerme… No existe esa gente buena de las pelis de Hollywood donde el chico lo deja todo por la chica, donde ella prefiere que se vaya de su lado para que él sea feliz al lado de la persona que realmente quiere, no existe esa gente que se queda sonriendo en el fondo del camino mientras ve cómo otra persona ha alcanzado su sueño aunque ello haya significado perder el suyo. No existen y lo siento por los soñadores, por los utópicos, por los enamorados del mundo… Lo siento porque a mi también me gustaría creerlo pero el golpe será más pequeño si poco a poco voy poniendo los pies en la tierra.

¿A qué viene todo ésto? No he tenido un drama emocional. Tampoco un desengaño amoroso o una traición, simplemente he leído el texto de la empatía. No quiero decir que no tuviera ya en mente algunas de las ideas que he señalado anteriormente, pero quizá este texto me ha hecho afirmarlas, darles más fuerza.

He intentado miles de veces definir la empatía. Sentirla también, llevarla a la práctica. Básicamente se reducía a ponerme en el lugar de otra persona, de experimentar sus sentimientos, sus emociones… es decir, intentar estar tan cerca de ella sin tocarla que prácticamente fuéramos una persona. En realidad siempre seremos dos personas diferentes pero compartiendo en ese momento las sensaciones de una misma piel.

Más o menos ésto es básicamente a lo que se refiere también el texto. Sin embargo da un paso más. ¿Para qué ser empáticos? Y sobretodo, ¿para qué demostrar y mostrar dicha empatía?

Creo que las personas no hacen nada por nada ni por nadie. No existe el altruismo, no existe el amor al arte e incondicional. Creo que cada actuación de una persona, cada gesto, cada mirada, cada palabra tiene un objetivo. No estoy diciendo que estos objetivos que se buscan sean negativos, malvados y perversos, pero sí creo que son objetivos que en el fondo se dirigen a satisfacer nuestras propias necesidades. Sentirnos bien con nuestra persona, hacer sentir bien a otros porque resulta reconfortante para nosotros, por alguna recompensa material o de tipo de halago…El problema está, desde mi punto de vista, cuando esas personas son conscientes de esa empatía, de que son capaces de meterse en la piel de otra persona y de descubrir sus sentimientos… ¡Estaremos desnudos ante ellos!

¿Cuál es el problema entonces? ¿No se supone que si alguien conoce o puede conocer, o te demuestra que te comprende puede ayudarte, contenerte, ponerse en tu lugar y acunarte o bien guiarte si lo necesitas? Mi respuesta sería sí. Un sí rotundo si realmente la gente tuviera ese objetivo final. Ayudar sin obtener nada a cambio. Intentar comprender a otras personas para poder ser un guía más en su camino, una piedra menos con la que tropezar. Sin embargo, como he señalado anteriormente creo que las personas buscan siempre satisfacer sus propias necesidades. ¿Suena egoísta? Puede ser, pero desde mi punto de vista es la única realidad de la que en este momento tengo certeza.

Permitir dotar a alguien de este tipo de estrategias, de conocerlas y manejarlas, nos hace vulnerables ante ellos. Nos pueden manipular, nos pueden engañar o bien nos pueden “ayudar”. Pongo ayudar entre comillas porque la ayuda que yo entiendo no debería esperara nada a cambio, pero como señalé antes, rara vez ésto sucede (puede ser a modo consciente o inconsciente, pero si nos paramos a pensar qué implica para cada uno de nosotros el ponernos en el lugar de alguien para ofrecerle nuestra ayuda… ¿qué estamos esperando recibir realmente? Quizá la propia satisfacción de ser útil para alguien, quizá que nuestro modo de vida de vea influido positivamente al ofrecer esta ayuda… por miles de cosas, pero siempre recibimos algo. No es que sea malo…pero no es la clase de ayuda que yo entendía hasta estos días).

Así, creo que la empatía es un arma de doble filo. Puedes aprender a experimentar sentimientos ajenos a ti. Puedes hacerlos tuyos y seguramente te ayudarán a comprender el mundo desde otros puntos de vista que enriquecerán el tuyo, que podrás contrastar y quizá podrás utilizar para intercambiarlos con alguien a quien ese intercambio signifique un gran apoyo. No lo niego, pero me da miedo que este tipo de habilidades se vuelvan en nuestra contra, que las personas las utilicemos para conocer los pensamientos de los otros, sus sentimientos… para dejarles desprotegidos y atacar sin piedad.

¿Es que la gente no puede simplemente ser féliz, dejar de psicoanalizar a los demás, ofrecer esa “ayuda” de mentirijilla que nos ofrecen y dejar que sean los demás los que la pidan? ¿Es que la gente no sabe que no hay que adivinar los pensamientos y sentimientos de los demás? ¿Es que no puedo decidir yo a quién quiero abrir mis emociones en lugar de que entren sin llamar?

Quizá esta reflexión no es muy profunda. Son las primeras ideas que me llenan la cabeza pero de las que seguramente se podrían sacar conclusiones o ideas más elaboradas. No os preocupéis amantes de las causas perdidas… no soy tan pesimista… Para la próxima prometo dar algo de luz en el camino.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pesimista? nooo, que va, jajaja. No se si has escrito esto en un momento de bajón o en un momento de esos de lluvia intensa en la que todo esta más apagado, pero la verdad, es que no creo que sea así.

Yo si creo que exista el altruismo, porque por ejemplo las madres lo dan todo por sus hijos y en muchas ocasiones no reciben gran cosa a cambio. Me podrías decir que lo que pueden conseguir es sentirse bien por ayudar a alguien, pero eso en el fondo ¿es recibir algo de alguien? creo que no, que los sentimientos o como nos sintamos al realizar un buen acto no quita para que una persona sea altruista.

No se si me explico muy bien, porque la verdad es que despues de leer tu texto me han venido muchas ideas y no se si soy capaz de ordenarlas.

A lo que me refiero, es que, los sentimientos no son regalos que la gente entregue, no son puertas que se habrán para que entren los demas sin llamar, sino que son de uno mismo, y aunque la otra persona sea empática no creo que nunca pueda realmente saber como te sientes en realidad, porque solamente tu eres la que ha vivido y de poco o de nada sirve que te vengan con recetas o remedios para solucionar tus problemas.

y de todas formas, ¿porque esa mania de cerrar las puertas a la gente que se acerca, porque echar llaves a los sentimientos? yo pienso que la persona que intenta acercarse a ti e intenta comprenderte aunque sea un poquito, merece la pena porque si no, si fuera egoista si solo lo hiciera por ella, yo creo que ni se acercaria.

La verdad es que las relaciones son muy complicadas, pero tambien lo son porque nosotros las hacemos así.

Lara

Anónimo dijo...

Hola Lara!
Creo que entiendo lo que quieres decir. No es que diga que todo el mundo tenga malas intenciones cuando se acercan a nosotros, pero sí pienso que las personas tienen siempre algo que obtener de sus actos, de lo que nos ofrecen, de lo que nos dan, de la ayuda que intentan darnos, de acercarse a nosotros...
No estoy de acuerdo en que toda persona que se acerque a tí e intente saber o comprender cómo te sientes, intentar ser empática, se merece que le abramos nuestras emociones, ¿por qué? Porque no sabemos realmente qué es lo que busca conseguir con este acercamiento.
La empatía, como dice el texto, tiene también su lado oscuro y hasta que no sepa si la persona que se acerca va por esa linde mejor estar preparada.
Creo que si nos dejamos "empatizar" quizá como tú dices, no logren saber a ciencia cierta cuáles son nuestros sentimientos, emociones... pero si llegan a conocernos profundamente de ese modo, es decir, si se pueden hacer una idea de cómo gestionas las emociones, qué tipo de actitudes generan en tí una u otra reacción, etc. pueden utilizarlo en tu contra y manipularte, ¿me explico? jajaj
Por supuesto no quiero decir que todo el mundo vaya con la intención de leer tu mente para luego provocar situaciones en las que esa persona gane algo a costa de la otra, pero sí creo que debemos caminar con pies de plomo.
¿Altruismo? de nuevo pienso que no existe, por lo menos desde mi idea de altruismo... Creo que cuando ofreces una ayuda que para tí no supone esfuerzo, realmente no es ayuda, y rara vez he visto a alguien ofrecer ayuda que le suponga un esfuerza sin conseguir a cambio aunque sea una satisfacción personal. y ojo, que no digo que no sea una opoción... todos al fín y al cabo buscamos la felicidad ¿no? Pues que cada uno la encuentre como pueda... Pero a mi que me dejen en paz...jajajja

un besito guapa y gracias por tu comentario.
Por cierto... pienso que eres gente buena...jajaj

Anónimo dijo...

Joder¡¡¡¡¡

Que sepas que se me acaba de borrar casi un folio de sesuda respuesta....

Y expreso mi frustración porque me da la real gana, que lo sepas, sin mayor ánimo de influir je je...

Y lo peor es que lo que había escrito tenía mucho sentido.

En fin... si tengo otro momento y me animo, lo vuelvo a escribir.

Sólo quiero rescatar una idea, la última en la que estaba: las experiencias subjetivas no son realidades, son interpretaciones de interpretaciones de interpretaciones. Así que no está de más comprobar nuestras comprensiones, verificar comunicándonos si nos interesa, negociar significados.

Lástima que se borrara...

Un saludo

Alejandro

Anónimo dijo...

no pongas excusas... ¿No será que no lo escribiste? jajaja

Tienes que hacer un esfuerzo porque me hace ilusión que me leais, pero sobretodo que me deis un feedback de lo que os parece...

Me conformaré con saber que dedicaste un tiempo a pensar en mi reflexión, aunque sé que lo haces por obligación, eres el profe... jajaja

Un saludo!

Mary

Anónimo dijo...

¿Negociar significados? ¿Te refieres a que cuando digo que la gente actúa, habla, empatiza con nosotros... no lo hace quizá por esperar ese algo del que hablo, a cambio? ¿Crees que esa es mi interpretación?
Podría ser, porqué no, pero también creo que a veces sobran las palabras, que podemos intentar justificar lo que hacemos de mil maneras para intentar evitar que parezca que lo hacemos por nosotros mismos, que podemos intercambiar experiencias, opiniones... para evitar malos entendidos y que yo no llegara a pensar lo que expreso en estas reflexión. Sin embargo pienso que todo es mucho más sencillo que todo ésto. Simplemente no suena bien eso de anteponer nuestras necesidades a las de los demás y por eso creo que poca gente quiere reconocer que buscan algo a cambio de lo que hacen, dicen, intentan descifrar...

¡Sinceridad! Cuando note que la gente es sincera empezaré a escuchar sin escepticismo sus buenas intenciones… Pero claro… ¿cómo saber que la gente está siendo sincera? Tendré que empatizar con ella para descubrir qué hay por ahí dentro que no quiere decir… Quien sabe, lo mismo me encuentro exactamente con la misma persona y tenga que cambiar mi título de la reflexión. Ojalá.

¿Te ayuda ésto a retomar tu comentario?

Un saludo!

Mary.