miércoles, 19 de mayo de 2010

SOBRE LA LIBERTAD, EL SER LA MISMA DE SIEMPRE Y OTRAS MENTIRAS


¿Pueden los estándares estar basados en uno mismo? ¿Tienen fecha de caducidad? ¿Pueden ser esos estándares momentos, situaciones ya pasadas más que proyectos y situaciones futuras aún no alcanzadas? ¿Es posible que la comparación pueda hacerse con respecto a una misma pero en otro momento de mi vida, en otra situación?

Si me hago todas estas preguntas es porque después de escribir la última bitácora he seguido dándole vueltas a este tema, a aquellas metas o medidores que afectan a mi manera de enfrentarme diariamente a las situaciones en las que me encuentro, a la manera en la que voy haciendo y acerca también de cómo reflexiono sobre ello.

Creo que hay ciertas situaciones que siempre han estado ahí, pero que sólo salen o sólo las hacemos conscientes cuando las necesitamos. Yo necesitaba entender el porqué de mi actitud, porqué no conseguía sentirme a gusto con lo que hacía, con lo que me “estaba convirtiendo”, con lo que quería y no podía hacer…y una de las claves fue comenzar a comprender desde dónde estaba midiendo aquello que hacía, que no hacía, que quería hacer, que pensaba… desde dónde estaba midiéndome a mí misma y con qué o quién lo estaba comparando.

Al principio, pensé que era cuestión de indagar, de preguntarme… ¿qué implica ésto para mí? ¿Por qué me afecta de esta manera y no de otra? ¿Cómo reacciono ante esa situación y qué hago para cambiarla? ¿Busco realmente cambiarla? ¿Aprendo, huyo, me compadezco, justifico…? Miles de preguntas que, sin embargo, me llevaron a una idea que creo, es clave. No se trata de buscar algo que de sentido a lo que hago, pienso, siento… y a cómo me relaciono con todo ésto, desde dónde, etc. en este preciso momento, en este contexto, y en la situación actual que vivo, sino cómo me relaciono en general en mi vida, en cualquier situación, en diferentes momentos, más allá del cole, más allá de si mi decisión era o no ser profe, o aprobar una oposición, o dar 2º de primaria… Se trataba de buscar patrones, coincidencias, rasgos que se repiten aunque disfrazados según el momento. Y es en este momento donde volví a las preguntas iniciales. ¿Podría ser que uno de mis estándares sea yo misma, pero la misma que hace un año, la misma que hace 4… (la yo misma tan diferente sin embargo)?

Hace un año era capaz de estudiar, trabajar, compaginar aquello que me apetecía (el doctorado) con aquello que “tocaba” (la oposición), y sin embargo, este año me siento más perdida, más desganada… ¿Por qué no puedo con todo? ¿Qué pasa? Si lo has hecho antes, si el año pasado podías… ¿Qué está pasando? Pero, como he dicho antes, no es sólo en este aspecto en el que me he dado cuenta de que me comparo conmigo misma en otro momento de mi vida. Hay otras partes de mí que están en permanente evaluación, en constante comparación… y esa comparación es con la Mary de 16, 17, 18 años…

¿Soy yo mi propio estándar o al menos uno de ellos? ¿Es mi patrón el compararme en situaciones anteriores?...mmmm….muy simple ¿no? No sé aún si estoy o no en lo cierto. Tampoco sé si aquí hay certezas, pero he seguido dándole vueltas a ese tema. ¿Por qué añorar tiempos pasados? ¿Estoy añorando realmente cualquier tiempo pasado? ¿Qué tienen en común todas esas situaciones ya vividas?... La verdad es que si miro hacia atrás…todas ellas me hacían sentir bastante seguras… Situaciones cómodas en mi vida, situaciones en las que las cosas habían ocurrido así, tampoco yo las había forzado en exceso, al menos no conscientemente, pero se encaminaban hacia situaciones en las que yo me sentía bien. Me sentía identificada con lo que hacía, con lo que estudiaba…incluso físicamente mejor, para qué negarlo. Situaciones que, por una parte, confirmaban mis gustos, mis intereses, mi personalidad… ¿mi identidad? Que no lo ponían en duda, que no daban opción a mucho más… Quizá situaciones más simples, que me impedían ver un abanico de posibilidades más grandes.

Supongo que la incertidumbre viene de la mano de nuevas opciones. Cuando éstas aparecen, recordamos que somos libres…y ante todo para elegir…algo que muy a menudo, asusta.

1 comentario:

x dijo...

Hola Mary:

Curioso título, sobre todo lo de mentiras.

Mentiras y verdades no están tan separadas.Son caras de una MISMA moneda.

Hay una filosofía zen que muestra bien esta dualidad, que no lo es tal.

Me has hecho pensar sobre una conferencia ,a la que fuí un día.

Está muy visto hablar del niño interior, habrás escuchado algo al respecto seguramente...

En esta conferencia se aludía a ver la vida desde EL JOVEN INTERIOR, es decir el prisma que tenemos como adolescentes o todavía no entrados en la madurez.

Se hacia alusión a lo " castigado que está" " lo mal visto"...etc.Para concluir rescatando lo necesaría que es esta visión en la vida, para ser feliz, sentirse vivo...etc.Menor peso de lo racional ,sobre lo VISCERAL, EMOTIVO, INTUITIVO,FLUIDO...etc

Es decir, NO por ser una persona madura , hay que ahogar esta parte, sólo hay que saber en que lugar y COMO se puede usar y si conviene.

También si la "culpabilizan " ,DEFENDERLA...pues MERECE SU ESPACIO...y más en este MUNDO DE SERIOS QUÉ TENEMOS.

Mira ,que llevo mal tanta seriedad, por eso me gusta tanto CADIZ Y SUS CHIRIGOTAS.

Te voy a regalar una canción:

http://www.youtube.com/watch?v=t9wU_yIAcTw

NUNCA ES DEMASIADO TARDE....(he cambiado un poco la canción).

MUCHOS BESOS ...todos los quise darte y no surgieron .Aquí los plasmo.