viernes, 21 de noviembre de 2008

¿CÓMO SERÍA UNA VISIÓN RELATIVISTA DEL COMPROMISO?


Quizá, una visión relativista del 4 estadio, del estadio del compromiso con el relativismo, sería algo inalcanzable, es decir, este siguiente paso quedaría por descubrir, como algo que, por mucho que busquemos, no lo podremos alcanzar...


Sin embargo, si afirmamos ésto...¿estamos diciendo que buscamos alcanzar algo? Mi propia visión al afirmar ésto sería relativista ¿no? Porque aún no se ha logrado despojar de la idea de que la verdad absoluta está en tí y en ningún sitio. En todos los lugares y en ninguno de ellos...


Así que... ¡deja de buscar! Simplemente camina, porque no vas a encontrar nada. Porque lo que buscas, aún está por descubrir y cuando lo encuentres tampoco será eso...porque lo que es, estará por construirse nuevamente...

martes, 18 de noviembre de 2008

¿POR CUÁNTO TIEMPO TE DURARÁ ESA VENDA?


Cuando no me había planteado qué significaba desarrollo en todos los aspectos, cuando me había quedado en que la idea de desarrollo se refería a conocer más, a ir descubriendo nuevas cosas… pero cuando aún no tenía en mente que cuando hablamos de desarrollo nos referimos también al desarrollo de nuestra identidad, de nuestra manera de ver el mundo, de entenderlo y de darle nuevos significados, todo parecía coherente. La vida seguía hacia delante y simplemente había que ir dando cada vez un paso más.


Sin embargo, ahora me doy cuenta que el desarrollo es algo más que ir hacia delante. Es más, ¿quién ha dicho que nos movamos hacia adelante? Ahora pienso en ese término como en un proceso de construcción continua. De destruir viejas creencias, viejos esquemas, pero siempre para levantar nuevas bases sobre las que asentar nuestras teorías.


¿Significa ésto que nos quedábamos igual que estábamos? Desde mi punto de vista no. Es decir, quizá nos construimos una estructura más alta pero sí una estructura más compleja de pensamiento.


Es lo que en cierta medida le estaba ocurriendo a Guillem, el protagonista de la lectura que nos pasó Alejandro la sesión anterior. Ese chico de educación física que tenía organizada su vida en torno a ciertos parámetros, a ciertas maneras de desnvolverse, de relacionarse con el conocimiento, con el entorno, con los otros… ¿Qué pasa cuando alguien pone eso en duda? ¿Qué pasa cuando alguien te pone en duda a ti mismo, a tu propia identidad?


Creo que el sentimiento es de intrusión. Se meten completamente en tu persona. Creo que Guillem se sintió ofendido porque ese libro que tantos quebraderos de cabeza le trajeron era más que una posición crítica ante sus creencia, era una posición diferente a él mismo.


Quizá, muchos de nosotros éramos Guillem también. Quizá no nos habíamos dado cuenta de que cuando negábamos rotundamente o de que cuando afirmábamos rotundamente algo, lo que estábamos haciendo era reafirmarnos a nosotros mismos…Guillem quizá no se ha dado cuenta de esto y por eso creo que está dejando pasar la oportunidad de dar un paso más, de reconstruir su manera de mirar, su manera de entender. Y digo que está dejando pasar el tiempo y la oportunidad, pero no digo que la esté perdiendo porque… ¿Cuánto le durará esa venda?


¿Cuántos de vosotros habéis pensado ya que quizá no habéis estado aprovechando esas oportunidades que, sin daros cuenta, os estaban empujando a ir más allá? Ahora que lo sabemos, ahora que somos un poquito más conscientes de que las personas tenemos que pasar por estos momento de crisis de identidad, de no saber exactamente dónde ubicarnos, ¿vamos a poder dejar pasar esa oportunidad para crecer? ¿Podemos? ¿Queremos? ¿Querrá Guillem?


Quizá, terminando ya con el ejemplo de este chico, para él sea más difícil quitarse la venda porque, desde mi punto de vista, el profesor al que pidió ayuda no supo lanzarle nuevas tablas sobre las que ir construyendo sus nuevos puentes. Quizá si se hubiera indagado, si se hubiera dado la oportunidad a Guillem de seguir reflexionando, nunca hubiera quemado el libro. No, al menos, hasta que hubiera sido capaz de verlo desde otro punto de vista.


Pero esa sensación al fin y al cabo ronda por la cabeza… ¿te consigues librar de ella? Creo que al final, Guillem tendrán que volver a esa lectura que tanta angustia le creó.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

LOS PRIMEROS PASOS…


Cuando he salido de clase me tapaba las orejas con una doble intención. Por una parte, porque ya no quería escuchar nada más por hoy. No quería que, con todo lo concentrada que había estado, con todo lo que me había costado entender y con todas las preguntas que empezaban a revolotear en mi cabeza, se perdieran o se atropellaran con nueva información de fuera. Pero además, y creo que es la principal razón, me tapaba las orejas para no dejar salir nada. Creo que la cabeza tiene capacidad… y hoy, la mía, ¡estaba llenita!

Bromas a parte, tengo que decir que para mí hoy ha sido una muy buena experiencia de aprendizaje. ¿Por qué? Pues antes hubiera podido dar muchas razones, claro que sí. La diferencia con el ahora es que podría intentar dar más, o al menos algo empieza a decirme que podría ir más allá. Podría explorar no sólo mis expectativas, mis experiencias pasadas, mi motivación de logro… sino que ahora podría intentar conectarlo también con la fase o el momento evolutivo de mi conciencia, intelecto… ¿de mi desarrollo…?

Me he sentido a gusto en la manera de abordar los temas. Es un tira y afloja constantemente porque se nos da la oportunidad de llevar las riendas, porque vamos construyendo, vamos indagando… Es como si abriésemos puertas que realmente nunca quedan cerradas del todo porque siempre hay una rendija de luz que te llevas para casa, a seguir pensado sobre ellas. Al compartir con mis compañeros las ideas que van surgiendo, las dudas, etc. comienzas a plantearte nuevas cuestiones en las que quizá antes no te habías parado a pensar. Sin embargo, no vayáis a creer que ésto ha sido siempre así. Antes me costaba escuchar a otros compañeros, escucharlos abiertamente y con intención de poder compartir e intercambiar opiniones, puntos de vista… Quizá antes sentía como una amenaza todo aquello que los demás podían enseñarme ya que eso significaba o marcaba la distancia que estaba entre lo que “debía saber” y lo que realmente sabía.

¿Aprendizaje colaborativo? Creo que estas situaciones que describo más arriba, estos momentos en los que parece que la conversación te inunda y que de pronto tu cabeza comienza a generar respuestas, opiniones que quieres compartir, etc. podrían ser un ejemplo de aprendizaje colaborativo. Es, como se comentó en una sesión, el contexto que se crea, ese clima que ayuda a que el aprendizaje se vaya construyendo poco a poco apoyándonos además de un guía que más que ofrecernos respuestas nos ofrece preguntas. Y la que me planteo yo ahora mismo… ¿estará afectando esta manera de entender la educación, este contexto que se crea, el significado que yo le doy al mismo, sobre mi desarrollo? Desde mi punto de vista es un factor clave, pero más allá… ¿cómo está afectando, a qué afecta realmente?

Lo primero en lo que debería pararme a pensar sería en lo que para mí significa ese desarrollo y además, ¿cómo sé que existe el desarrollo? ¿Cómo sé que lo estoy experimentando? Me doy cuenta de que mi pensamiento se hace más complejo, de que mi manera de comprender las situaciones, la realidad, el mundo al fin y al cabo, va siendo diferente. Pero sólo me doy cuenta de ésto cuando me encuentro un nivel por encima de lo que estaba antes. Cuando puedo mirar con cierta perspectiva al pasado. También me doy cuenta de que es difícil discutir sobre un tema, reflexionar sobre él y encontrar nuevas respuestas cuando se miran desde el mismo cristal, es decir, aunque me dedicase horas y horas a reflexionar sobre cuestiones que me preocupan o que me interesan, creo que no llegaría a encontrar realmente una rica variedad de opciones. Desde mi punto de vista, el aprendizaje colaborativo me ofrece la oportunidad de ese intercambio y de esa co-construcción de la realidad. No tengo porqué llegar a un mismo fin con mis compañeros, no tenemos porqué llegar a las mismas conclusiones o metas, sino que cada uno se llevará para sí mismo, además de la experiencia compartida, nuevas ideas que generarán nuevas dudas que nos harán seguir avanzando en la búsqueda. Y me quedo aquí, porque como dijo Einstein “lo importante es no cesar de hacerse preguntas”

¿QUÉ NOS DEPARARÁ EL FUTURO?


Comenzamos una nueva etapa. Una etapa que no sé que nos traerá pero que parece tener buena pinta.


Se quedan atrás muchas cosas, muchos recuerdos y comienzan a llegar también ganas de seguir caminando un poquito.


Me despido así de una etapa para dejar paso a otra y espero dejar plasmado en este blog mi proceso, mi camino y las huellas que vaya quedando en él.


Así que me despido definitivamente del verano y vuelvo con las pilas cargadas...