martes, 10 de junio de 2008

CON LA MIRADA PUESTA EN ELLOS…


Podemos abordar las sesiones de preparación y puesta en práctica del programa de habilidades sociales desde diferentes enfoques. Empezaremos por el logro. ¿Qué conseguimos nosotros? y ¿Qué consiguieron ellos?

Desde mi punto de vista y echando la vista atrás, creo que los compañeros de INEF (que me perdonen por lo de INEF, es que el nombre entero es muy largo…) o al menos muchos de ellos, no venían con expectativas muy dirigidas a lo que realmente trabajamos en el aula, es decir, creo que cada uno había creado diferentes imágenes de aquello de lo que podrían venir a hacer a la facultad y poco a poco fueron encontrando diferentes sentidos a la sesión que se iba desarrollando.

Podríamos decir que en general, todos recibieron un programa de habilidades sociales. Que este respondiera a las expectativas que traían o a las que fueron creando es otro tema aparte. Que además ese programa fuera significativo y útil para ellos es igualmente otra cuestión diferente. Y claro está que la mayoría encontró un ratito de diversión acompañada de reflexión. Quizá, si intentáramos ir un poquito más allá, podríamos intentar dar respuesta a esas otras cuestiones que indico como temas aparte.

En mi opinión, son bastante diferentes las conclusiones y reflexiones que podemos obtener al pensar en la situación y experiencia que vivimos posicionándonos en un punto de vista u otro.

Como ya hemos dicho, todos vivieron y recibieron un programa de habilidades sociales, o al menos una sesión del mismo en el que se intentaron trabajar algunas de ellas. Pero ¿qué ocurre si atendemos no sólo a la motivación de logro, es decir, a lo que consiguieron, sino a la motivación de afiliación o de posicionamiento? Es decir, ¿qué significó para ellos? ¿Qué aportó a su experiencia? ¿Se convirtió en una situación que generó unos pensamientos, reflexiones, ideas… que pudieran extrapolar a otras situaciones de la vida cotidiana? ¿Hubo transferencia de aprendizajes de esta situación preparada hacia su vida real?

Posiblemente estas son cuestiones que nunca podrán ser resueltas a no ser que comenzara un intercambio de comentarios en los blogs que nos ayudaran a indagar sobre estas cuestiones. Sin embargo, me parece que durante la sesión se nos olvidó parte de ésto y no pudimos ir más allá y obtener información valiosa que se quedó en el tintero.

Con ésto no quiero decir que lo hiciéramos mal, tampoco digo que las condiciones con las que contábamos nos ofrecieran tantas posibilidades, pero creo que es importante tener en cuenta y repensar sobre todas aquellas alternativas y posibilidades que podíamos haber trabajado, con el objetivo de tenerlas en cuenta en el futuro, y que por los motivos que fueran, decidimos no hacerlo.

Quizá, como he dicho anteriormente, estas cuestiones sobre lo que significó para “nuestros alumnos” la sesión no puedan ser contestadas. Sin embargo es interesante plantearnos la duda de qué hubiera pasado si lo hubiéramos hecho así. Qué hubiera ocurrido si hubiéramos decidido centrarnos en el significado que le podían haber dado a la experiencia más que en la propia experiencia en sí. Quizá el planteamiento de la propia dinámica hubiera sido totalmente diferente. Creo que si nos hubiéramos planteado la posibilidad de abordar el programa desde un punto de vista más centrado en el proceso, en los significados que le podíamos dar, en cómo se desarrollaba y en lo que podíamos obtener de él mismo, nunca hubiéramos planteado una situación estructurada. Quizá hubiéramos preferido partir de sus propias experiencias, de sus propios intereses, de sus propias vivencias… o podríamos quizá haber generado en el aula una de ellas en un ambiente más natural. Como decía Lucía en su blog, quizá podríamos haber partido desde la idea de analizar aquellos procesos que implican las habilidades sociales y que están de forma inconsciente dirigiéndonos en nuestra propia relación con el entorno, con los individuos, etc. para hacerlas conscientes en ellos con todo lo que ésto hubiera implicado. ¿Hubieran obtenido otros resultados? ¿Se hubieran llevado otra sensación de su último día de clase? ¿Les hubiera sido más fácil el conectar todo lo que allí se hubiera evidenciado y sacado a la luz con situaciones reales ante las que se podían encontrar nada más salir de la facultad?

Eso ahora no importa, es decir, ya no importa lo que hicimos y dejamos de hacer, pero sí creo que es importante no quedarnos con el resultado y utilizar todo cuanto hicimos así como todo cuanto nos dejamos por el camino, porque nos va a ayudar a seguir avanzando, reflexionando y explorando nuevas formas de afrontar situaciones parecidas o diferentes ante las que nos enfrentamos diariamente. Creo que una de las cuestiones importantes es también qué obtuvimos nosotros de todo ésto. Pero no simplemente qué obtuvimos como resultado, sino que, de la misma manera que nos hemos planteado lo que consiguieron nuestros compañeros, plantearnos ahora qué fue para nosotros, qué sentido le dimos, cómo nos va a ayudar en la transferencia a otros contextos, si nos va a ayudar…

Pero todas estas cuestiones las dejamos para el próximo ratito de reflexión…

(P.D. María, te he robado la foto… la cambio cuando me pases alguna de las que me gustan… ya sabes….jajajaj)

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